COMMUNITY RELATIONS COUNCIL PUBLIC STATEMENT

 

COMMUNITY RELATIONS COUNCIL OF THE JEWISH FEDERATION OF GREATER EL PASO

 

JCRC STATEMENT CONDEMNING THE RISE OF WHITE SUPREMACY

January 29, 2018

CONSEJO DE RELACIONES COMUNITARIAS DE LA FEDERACIÓN JUDÍA DE GREATER EL PASO

Declaración de JCRC condenando el ascenso de la supremacía blanca

29 de enero de 2018

 

The Jewish Community Relations Council of Greater El Paso (JCRC) strongly condemns the rise of white supremacy in the United States. Between September 1, 2016, and November 15, 2017, the Anti-Defamation League (ADL) counted 302 incidents of white supremacist fliers, posters, banners or stickers on American college campuses. The incidents took place on 197 college campuses in 42 states. Of the 302 incidents, 120 occurred since Sept 1, 2017, versus 26 incidents in the same period in 2016. This represents an alarming and exponential increase in the activity levels of white supremacists.

Along with communities of color, many Jewish communities are main targets of white nationalist rhetoric and activity. Some of the most serious cases receive ample publicity, including the 2009 shooting attack on the US Holocaust Memorial Museum in Washington, D.C., and the 2001 arson attacks on three Sacramento synagogues by two white supremacist brothers. However, many anti-Semitic incidents and attacks are not covered as prominently as they should be by the media. According to ADL, in each of the past three years, synagogues and Jewish institutions across the country have been vandalized approximately fifty times, in many cases with graffiti of white supremacist iconography such as swastikas. The rise of anti-Semitic and racist white supremacy in the United States was exemplified by the August 11 and 12, 2017, “Unite the Right” rally in Charlottesville, Virginia, which featured a torch-lit march, racist and anti-Semitic signs and chants including “Jews will not replace us”. Tragically, this hate-filled event also resulted in the death of Heather Heyer who was killed by a car driven into the crowd of counter-protestors. “Unite the Right” shocked many Americans, who had no idea that white supremacists were so numerous and so brazen in their expressions of hate. Greatly adding to the concerns was the failure of the White House to unequivocally condemn these bigoted and destructive actions from white nationalists. These violent acts threatened and perpetrated by white supremacists need to be called out for what they are: hate crimes and terrorism. “Unite the Right” also introduced many Americans to the alternative right (“alt-right”), a part of the white supremacist movement containing a loose network of racists and anti-Semites who reject mainstream conservatism in favor of more extreme and explicit bigotry. The ideology of the alt-right is based on white supremacist beliefs about the supposed need to protect white people from a so-called “rising tide of color,” along with elements of anti-Semitism, anti-Muslim animus, xenophobia, nationalism, and anti-LGBTQ attitudes. Many in the alt-right are working to inject these bigoted views into the mainstream conservative movement in the United States. Since mid-2016, the alt-right has gone from relative obscurity to one of the United States’ most visible extremist movements. In the last year, alt-right adherents have shifted focus from online engagement to real-world activity, trying to meet, network, and plan actions in cities and on college campuses around the country. Given these conditions, it is imperative that all citizens who believe in the promise of America and its constitutional protections stand up and be heard in opposition to white supremacist beliefs and rhetoric. To that end, the JCRC of Greater El Paso and Las Cruces: Rejects white supremacism and all other forms of ethnic and religious bigotry, in accord with traditional Jewish beliefs that all people are created equal and in the Image of God, be-tzelem Elohim; Commits to educating the public about the Jewish values of equality and tolerance, and why white supremacy has no place in our community; Encourages the reporting of all hate incidents to law enforcement agencies and the vigorous prosecution of all unlawful hate crimes; and Affirms the importance of exposing and rejecting the bigoted and hate-filled rhetoric and conduct of white supremacists, and calls upon the media to strongly and consistently engage in doing exactly that. El Consejo de Relaciones Comunitarias Judías del Greater El Paso (JCRC, Jewish Community Relations Concil) condena enérgicamente el ascenso de la supremacía blanca en los Estados Unidos. Entre el 1 de septiembre de 2016, y el 15 de noviembre de 2017, la Liga Anti-Difamación (ADL) contó 302 incidentes ligados a los supremacistas blancos. Los incidentes derivaron de trípticos, carteles, banderas o engomados puestos y distribuidos dentro de las inmediaciones e instalaciones en campus universitarios estadounidenses. Los incidentes tuvieron lugar en 197 campus universitarios en 42 Estados. De los 302 incidentes, 120 ocurrieron desde el 1 de septiembre de 2017, contra 26 incidentes en el mismo período en 2016. Esto representa un aumento exponencial y alarmante de los niveles de actividad de la supremacía blanca. Junto con las comunidades de diversos grupos étnicos, muchas comunidades judías son blancos principales de la actividad y la retórica nacionalista blanca. Algunos de los casos más serios reciben una amplia cobertura publicitaria, incluyendo el ataque a tiros en 2009 en el Museo conmemorativo del Holocausto de Estados Unidos en Washington, D.C.; los ataques incendiarios en 2001, contra tres sinagogas de Sacramento California perpetrados estos por dos hermanos miembros de la supremacía blanca. Sin embargo, hay innumerables incidentes y ataques antisemitas a los que no se les da la adecuada cobertura, tal como debía ser, por los medios de comunicación. Según la ADL, en cada uno de los últimos tres años, sinagogas e instituciones judías de todo el país han sido vandalizadas en aproximadamente cincuenta veces, y en muchos casos el vandalismo se ha perpetrado con grafiti de la iconografía de la supremacía blanca, tales como las suástica nazi, entre otros. El ascenso de la supremacía blanca antisemita y racista en los Estados Unidos, se hizo visible con los sucesos del 11 y el 12 de agosto, 2017, “Unir a la Derecha” una reunión en Charlottesville, Virginia, la cual desplego una marcha denominada antorcha-encendida, e incluyo demostraciones, cantos racistas y signos antisemitas e incluyendo además, “los Judíos no nos sustituirán”. Trágicamente, este evento lleno de odio también resultó en la muerte de Heather Heyer, quien fue asesinada por un auto conducido intencionalmente hacia la multitud de contra protestadores. El movimiento “Unir a la Derecha,” sorprendió a muchos estadounidenses que no tenían idea de que los supremacistas blancos eran tan numerosos y tan descarados en sus expresiones de odio. En gran medida se han sumado a las preocupaciones, el fracaso de la casa blanca para condenar inequívocamente estas acciones intolerantes y destructivas de los nacionalistas blancos. Estos actos violentos amenazantes perpetrados por la supremacía blanca necesitan ser llamados por lo que son: crímenes de odio y terrorismo. El movimiento “Unir a la Derecha,” también introdujo a muchos estadounidenses a la derecha alternativa (“Alt-right”), una parte del movimiento supremacista que contenía una red dispersa de antisemitas que rechazan el conservadurismo general en favor de un fanatismo más explícito y extremo. La ideología de la derecha alternativa se basa en la creencia de la supremacía blanca respecto a la creencia de la necesidad de proteger a la gente blanca de una llamada “marea creciente de color”, junto con elementos antisemitas, anti-animo musulmán, xenofobia, nacionalismo y anti- actitudes LGBTQ. Muchos en la derecha alternativa están trabajando para inyectar estas opiniones intolerantes en el movimiento conservador principal en los Estados Unidos. Desde mediados de 2016, la derecha alternativa ha pasado de una relativa oscuridad a uno de los movimientos extremistas más visibles de los Estados Unidos. En el último año, los adherentes a la derecha alternativa han cambiado el enfoque de la interacción en línea, a la actividad del mundo real, tratando de reunirse, crear redes y planear acciones en las ciudades y en los campus universitarios de todo el país. Dadas estas condiciones, es imperativo que todos los ciudadanos que creen en la promesa de América y sus protecciones constitucionales se levanten y sean escuchados en oposición a las creencias y retórica de la supremacía blanca. Para ello, el JCRC de Greater El paso y las cruces: Rechaza la supremacía blanca y todas las demás formas de fanatismo étnico y religioso, de acuerdo con las creencias tradicionales judías de que todas las personas son creadas iguales y en la imagen de Dios, be-tzelem Elohim; Se compromete a educar al público sobre los valores judíos de igualdad y tolerancia, y por qué la supremacía blanca no tiene cabida en nuestra comunidad; Alienta la notificación de todos los incidentes de odio a los organismos encargados de hacer cumplir la ley y el enjuiciamiento vigoroso de todos los crímenes ilícitos de odio; y Afirma la importancia de exponer y rechazar la retórica intolerante y llena de odio y la conducta de la supremacía blanca, y exhorta a los medios de comunicación a que se involucren enérgica y consistentemente en hacer exactamente eso. Eitan Lavi, President Jewish Federation of Greater El Paso David Kern, Chair Jewish Community Relations Council

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